miércoles, 5 de octubre de 2011

UNA RESORTERA PARA LAS PALABRAS

Ejercicio 5

EL MATRIMONIO DE LAS PALABRAS


Gianni Rodari, pedagogo italiano, es el creador del ejercicio anterior aplicado a la narrativa. El poeta calkiniense Santiago Canto Sosa lo adapta a la poesía. Este es el procedimiento:
1. Se harán dos listas de palabras (de 10 ó 15 cada una).

manzana         ángel
volcán              pájaro
viento              lápiz
elefante          altura
árbol               orejas
persona          estrella
escoba            libro
bandera          espejo
sol                    ternura
botella            corazón
mano              yerba
nube               casa
ojo                  foco
mar                 rosa
cubo              mesa

2. Se le pedirá a los talleristas que escojan una palabra de la primera lista. Luego, buscarán otra en la segunda lista, que comience con la misma letra con la que termina la primera palabra escogida o, al azar, otra..
Ejemplo:
1ª  palabra          2ª  palabra
         árbol                   libro

3. Ahora, se unirán las dos, suprimiendo al mismo tiempo la letra repetida (como se especificó anteriormente):

arbolibro

4. Después, se pregunta: ¿Qué será un arbolibro?, ¿un libro lleno de árboles o un árbol repleto de libros?
Se comentarán las respuestas. Entonces, se escribirán en el pizarrón algunos enunciados que digan los participantes como producto de su imaginación. Ejemplos:

-Tengo un arbolibro en mi mochila.
-Los arbolibros dan sombra a mis ojos.
-Tú y yo leemos arbolibros en la biblioteca.
-Se le caen las hojas al arbolibro.
-Los pájaros de los arbolibros deletrean sus canciones.
-Nunca cortes un arbolibro porque habrá un silencio eterno.

5. Si el conductor nota que los talleristas se muestran interesados en esta actividad, seguirá mostrando otros modelos, hasta que ellos mismos descubran, interpreten y anoten nuevos enunciados.  
Otro Ej.:

¿Qué sería un(a) botellángel? ¿Una botella con alas o un ángel dentro de una botella?

Se escribirán de dos a cinco enunciados.
Ejemplos:

-Ayer vi un(a) botellángel en el cielo.
-Las botellángeles vuelan en las vitrinas.
-Me tomé un botellángel y me salieron alas.
-Un botellángel arrojado al mar reza en las espumas.
-Las lágrimas de los botellángeles pertenecen al reloj de arena.

Ahora sí, a escribir versos con estos matrimonios de palabras. Y por qué no, a lo mejor hasta un poema.







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